Mañana el Atlético de Madrid se enfrenta al Besiktas turco. Una eliminatoria normal de octavos de Europa League. No tendría mucha trascendencia en lo deportivo (sobre todo si se gana) si no fuera porque en el equipo rival juega uno de los ídolos rojiblancos de los últimos diez años: Simao Sabrosa. Vuelve a casa el Rey de las faltas.
Todavía recuerdo su fichaje, aquel verano de 2007, en el que decíamos adiós al orgullo local por aquel entonces, Fernando Torres. Pero si analizamos fríamente su marcha (que en aquella época fue un jarro de agua fría) se podría decir que contribuyó a la formación de uno de los mejores ataques de la historia. Simao fue, en mi caso, el fichaje mas ilusionante de aquel año. No paramos de pasarnos videos del youtube con sus fechorías en Portugal o incluso en su prematura etapa en el Barça. Se fue El Niño pero llegaron Forlán, Reyes, Ujfalusi y el mencionado Simao*. La base de aquellos dos títulos europeos del 2010. Obligando a un joven Kun Agüero a tomar responsabilidades en el ataque, dejándole vía libre para lo que fue su explosión total como crack mundial. Maxi Rodríguez volvió ese año de su lesión aunque nunca llegó a alcanzar el nivel mostrado -en realidad volvió a finales de la temporada 06/07, bastante mermado, al igual que Petrov, jugador que acabó saliendo junto a Torres a un equipo ingles, el City en su caso- para formar un ataque letal. Simao Sabrosa y Maxi Rodríguez en los extremos (o carril de interior en el caso del segundo, dejando su posición a Reyes en temporadas posteriores), en la punta Diego Forlán y Sergio Kun Agüero. Si no llega a ser porque las demás posiciones fueron un erial, desde la portería al centro del campo, o que el banquillo no había ni utillero, ese equipo hubiera alcanzado glorias mayores.
Pero hoy toca hablar del extremo portugues. Hace un año y poco que se marchó rumbo a Turquía y en tan poco tiempo hemos olvidado sus cabalgadas por la derecha, sus tiros de falta, al nivel del mejor Pantic*, sus asistencias y goles, que dieron muchos puntos y alegrías a la parroquia colchonera. En su paso por el Atleti nunca participó abiertamente en polemicas, siempre respetuoso con sus compañeros, con los entrenadores que iban y venían como si de una pensión de mala muerte se tratara. Sobrevivió como capitán a todos. Y a pesar de irse por la puerta de atrás en el mercado invernal 10/11 siempre habló orgulloso de su etapa colchonera y supo devolver el cariño que nadie le dio en su despedida. Desde los despachos sobre todo, forzando hasta el límite con jugadores que acababan contrato. El año anterior pasó con Maxi Rodríguez. Ni se les renovó ni se les vendió a tiempo. Regalados se fueron, para ahorrarse sus salarios mas que nada. Financieramente no resultó especialmente efectivo. Afectivamente fue un desastre total. En fin, como jugador y persona Simao fue un grande y estará por siempre en nuestros corazones.
Es un partido mas y en cuanto el arbitro pite no hay amigos ni homenajes, pero la grada sabrá que enfrente se encuentra un señor, un ídolo que antaño defendía esta camiseta como pocos lo han hecho.
**Una muestra de su calidad con uno de los mejores goles de falta que recuerdo. Por fuera de la barrera, clavandola en la escuadra. Valdés todavía la busca. Audio en Árabe porque es el de mejor calidad de imagen.
*Añadir que como es clásico en este club también llegaron altas catastróficas, de las que merman arcas y plantillas. Tales como las de Cleber Santana, Motta, Diego Costa, Abiatti, Luis García (en una segunda etapa desastrosa).. Algunos de ellos triunfaron o triunfan en otros equipos. Aquí no dejaron mucho que destacar. Gracias a Dios la media general de aquel verano fue buena. Gracias a Dios digo porque por méritos del que fuera Director Deportivo (no se si Pitarch u otro) o Gil no creo que fuera. Es una creencia que seguro muchos comparten conmigo.
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